Las ganas de practicar sexo es algo que no se debería remediar, por eso da igual el sitio en el que nos pille, lo importante es saber cómo podemos sacarle el mejor provecho.
Para ello es importante conocer bien el lugar donde lo vamos a hacer, o al menos saberte algunas posiciones que sean idóneas para ese lugar, si quieres evitar tener dolores por malas posturas en todo tu cuerpo.
La cocina, aunque pueda resultar algo peligroso, si nos animamos a hacerlo encima de la vitrocerámica, es un sitio que nos puede calentar mucho en todos los sentidos y no resulta para nada incómodo practicar sexo dentro de ella.
Por eso, hoy vamos a daos una serie de posturas para que el sexo en la cocina sea mucho más placentero:
1. Aprovechando la encimera, la chica debe tumbarse encima de ella ubicándose en el borde que no esté pegado contra la pared. Allí te sitúas tú, frente a ella, desnudo. Lo que debes hacer es levantar sus piernas y colocar sus pies en tus hombros, para que tus genitales y los suyos queden al mismo nivel. Esta posición es muy cómoda ya que ninguno de los dos tiene que cargar con el peso del otro, y ofrece una perfecta penetración. Además, puedes coger frutas como arándanos o frambuesas y situarlas por el cuerpo de tu pareja para ir comiéndotelas poco a poco.
2. Esta es una idea para los más atrevidos, ya que aquí interviene el papel de dominante y sumiso. Si tu frigorífico tiene asa para abrirlo, podéis, uno de los dos, envolver las muñecas al otro con papel film y atarlas a las asas. Además, la paleta de madera os puede servir a modo de fusta y azotaros con ella. Además con los hielos tan a mano, podéis utilizarlos para humedeceros mucho más y jugar un poco con ellos excitando vuestros pezones y genitales.
3. A modo del postre Banana Split, aquí haremos una versión pero mucho más viva. En este caso, te debes poner encima de la encimera o apoyado en ella y rociar tu pene con nata, leche condensada, o alguna sustancia que guste a tu pareja, puesto que el juego de esta postura es que se lo coma todo.