El orgasmo es la sensación de placer, el climax de la relación sexual, a través de la cual descargamos toda la tensión sexual acumulada. El punto de mayor satisfacción que se produce durante la excitación sexual es diferente para los hombres en comparación al de las mujeres, y hoy os vamos a explicar en qué consiste cada uno de ellos.
Los hombres, cuando llegan al orgasmo lo hacen de forma lineal y continua durante unos segundos; en otros casos de forma intermitente, es decir, el placer va y viene; de forma extrema, con la cual sienten un temblor o escalofrío recorriendo todo su cuerpo; y por último puede ser también de forma estática, a través de la cual se quedan rígidos y llegan a no sentir las piernas durante unos instantes. Por otro lado también, la principal diferencia con las mujeres es el tiempo que tardan en alcanzarlo, ya que es mucho menor, o dura unos segundos menos, aproximadamente 8 segundos frente a los 15 que puede llegar a sentir una mujer. Dependiendo de cada hombre es sentido de una manera u otra, con más o menos intensidad, aunque normalmente lo definen como un calambrazo que va desde los pies hasta la cabeza. Tras ello pasan por un estado en el que necesitan reposo antes de volver a tener sexo el cual es denominado como estado refractario.
Por otro lado, las mujeres inician su orgasmo con contracciones que duran aproximadamente un segundo, y el número de ellas varía dependiendo de cada mujer. Además, durante la relación sexual deben utilizar la imaginación, ya que está ligada al propio placer. Para las mujeres, llegar al orgasmo les hace utilizar un 50% su cuerpo y un 50% su mente. También tardan bastante más que los hombres en alcanzar el orgasmo, pero si se sigue estimulando sus zonas erógenas pueden llegar a tener más de un orgasmo. En su caso, tras una sesión de sexo, experimentan la etapa de resolución que viene a ser un placer profundo y prolongado, por lo que tardan algo más que los hombres en dormirse, ya que a ellos les suele producir sueño por el grado de relajación en el que se quedan. En su mayoría, casi todas las mujeres llegan a alcanzar el orgasmo por una estimulación del clítoris y la vagina, ya que se asocia principalmente la sensación de placer a la exploración del propio clítoris.
En realidad lo que ambos tienen en común es que todos ellos liberan una hormona llama oxitocina, que hace que las contracciones sean mucho más acentuadas, además de las fases como la excitación, el orgasmo y la resolución. En casi todos los casos las diferencias son más físicas, como la forma de estimularse, la duración del acto o el posterior orgasmo, y la propia intensidad de este último.