El sexo es muy importante practicarlo, ya que puede ser beneficioso para la salud, tanto física como emocional, por ello es importante, según la edad que tengas, practicarlo en mayor o menor medida.
La Universidad de Indiana ha publicado que la edad influye en el propio apetito sexual y la necesidad de contacto físico, según han descubierto sus expertos en sexo, reproducción y género.
Aunque cuando vamos cumpliendo años el apetito sexual puede que vaya disminuyendo (esto en algunas personas parece que eso no ocurre), lo que si crece es la propia satisfacción y el placer que podamos sentir cada vez que practiquemos sexo.
Según los resultados obtenido los jóvenes que tienen entre 18 y 29 años, suelen practicar sexo con más frecuencia que el resto, ya que lo hacen una media de 2,4 veces a la semana, o lo que sería lo mismo, 112 veces al año. Además, se suele afirmar que las personas que mantienen relaciones una o dos veces a la semana están mucho más sanos que los demás.
Las personas con edades comprendidas entre los 30 y 39 años, practican sexo unas 86 veces al año, mientras que las que tienen entre 40 y 49, disminuirían la media hasta las 69 veces anuales.
A medida que vamos creciendo, como podemos ver, la cantidad de sexo disminuye, pero no la calidad, ya que cuantos más años tenemos, la experiencia es aún mayor, y con esto las relaciones sexuales son muy satisfactorias. Además, si es con la misma pareja con la que llevas años, la confianza entre ambos aumentaría y eso también influye en el propio placer.
A su vez, con en edades más avanzadas el riesgo de embarazo va disminuyendo, con lo que las parejas pueden dar rienda suelta a la pasión sin preocupación de poder tener otro hijo, y concentrarse tan solo en disfrutar juntos.
Esta frecuencia dependería en muchos casos de la mentalidad y la visión que cada uno tiene del sexo, ya que en algunos casos solo consideran sexo a la penetración, y en otros también incluyen la masturbación, tocar los genitales de la pareja, y otras hasta besar, acariciar o ser cariñoso con su pareja.
La falta de sexo en una relación no siempre es sinónimo de que haya un problema, si no que en muchos casos, ambas personas están satisfechas con lo que tienen y son felices igualmente. Pero a todos nos viene bien practicarlo, ya que mejora nuestro autoestima y nos hace ser más felices.