¿Alguna vez te has preguntado cómo ha cambiado la industria del cine para adultos? Acompáñame en mi máquina del tiempo y explora conmigo la fascinante historia del entretenimiento para adultos. Desde las primeras películas X en blanco y negro -cuando esta industria estaba prohibida- hasta momentos históricos como la revolución sexual de los años 60 que permitieron que la pornografía sea lo que es hoy en día. La industria del cine adulto es muy extensa y está llena de circunstancias dignas de mención. Por este motivo, he creído conveniente dividir esta crónica en dos partes. ¿Estás listo para este viaje embriagador? Ponte cómodo, agarra unas palomitas, y presta atención a esta lección de historia que nadie antes te había contado.
El cine para adultos nace de la mano del cine convencional allá por principios del siglo XX. Sin embargo, lo hizo de manera clandestina. Las primeras películas XXX se produjeron en sociedades muy conservadoras donde el tema del sexo era un completo tabú. Por ello, estas primeras cintas porno -caracterizadas por estar en blanco y negro y mudas- estaban totalmente prohibidas. Quienes tenían la valentía de rodar estas escenas y/o comercializarlas se exponían a multas muy cuantiosas e incluso a penas de prisión. No obstante, estas primeras películas pornográficas clandestinas fueron las que posibilitaron décadas después la irrupción de una industria regulada que generarían miles de millones de dólares al año. Aproximadamente cincuenta años más tarde, el mundo fue testigo de un fenómeno denominado como revolución sexual. Hablo de un periodo -comprendido entre los años 60 y 70 del siglo pasado- en el cual la sociedad comenzó a mirar con otros ojos a la sexualidad.
Durante esta etapa de nuestra historia, hablar de sexualidad en público se convirtió en algo común para todos. Obviamente, esto supuso que la industria pornografía comenzará a ser legalizada en muchos lugares: Estados Unidos, Francia, Reino Unido... Sin embargo, el verdadero punto de inflexión fue entre los años 1969 y 1973. En este punto de la historia el porno paso de ser algo anecdotico a algo tan popular como los cereales para el desayuno. Durante estos años filmes como Mona (1969), Garganta Profunda (1973) o Sensuales tardes con Pamela Mann (1974) revolucionaron para siempre esta industria. Así daba comienzo la denominada “Edad de Oro del porno” (1969-1984), en la cual las películas de sexo explícito ganaron gran popularidad entre el público de las principales salas de cine.
Pese a que cada vez más salas de cine ofrecían contenido adulto, lo cierto es que la mayoría de la población aún no tenía accesibilidad a este. Algunas veces los precios de las taquillas eran prohibitivos, en otras ocasiones el miedo a ser descubierto viendo este tipo de cine echaba para atrás a la gente. Estos inconvenientes hicieron que la industria pornográfica se estancara a principios de los ochenta. Las películas para adultos ya no lograban recaudar los suficientes ingresos como para hacer frente a los costes de producción. Por suerte, en este instante hizo presencia la cinta en VHS. El desarrollo de esta tecnología supuso beneficios tanto para la audiencia como para las compañías cinematográficas.
Para la gente corriente, la llegada del VHS significo que ahora podrían ver una película porno de manera tan sencilla como una de Bruce Lee. Bastaba con ir a un punto de venta -como los videoclubs- y adquirir una cinta. ¡Existía la posibilidad de ver películas “guarras” cómoda y animadamente desde el sofá de casa! Desde la parte profesional, el VHS democratizo la industria del cine para adultos. Ahora cualquier persona con el equipo adecuado podría convertirse en productor de cine X. Asimismo, brindó la oportunidad para que los artistas pornográficos sacaran el máximo provecho a su talento. Finalmente, la misma industria experimento un nuevo boom en sus ingresos debido a la distribución en masa del VHS. Se estima que las producciones para adultos del género hardcore pasaron de 1.500 a más de 11.000 el periodo comprendido entre 1975 y 1985 gracias al VHS.
Desde finales de los años noventa hasta la actualidad, la industria pornografía se ha transformado por completo gracias a un hecho muy relevante en nuestra historia. Por supuesto, me refiero a la irrupción del mundo digital. Con la llegada de Internet a la mayoría de los hogares, el entretenimiento para adultos se ha hecho más accesible que nunca. Ahora no tenemos que lidiar con momentos tan incómodos como: ir a un quiosco a comprar una revista guarra y que la gente nos mire mal; o comprar cintas en VHS que hay que rebobinar cada ver que las usamos. Desde principios del nuevo siglo – o antes- millones de personas en todo el planeta pueden entrar rápida y fácilmente en un mundo lleno de placer en privado (vídeos X virtuales, webcams de sexo, fragmentos de películas porno agregados a la red...).
Como sabemos, gracias a Internet ahora disfrutamos de una conexión mucho más cercana con los miembros de nuestra especie. Podemos interactuar con cualquier persona en cualquier momento sin importar el lugar donde se encuentre. La capacidad de Internet para conectar a usuarios de todo el mundo a dado lugar a una comunidad floreciente. Un sitio donde las personas podemos charlar sobre sexualidad o nuestros artistas de cine X favoritos. También disfrutar de un repertorio casi infinito de pornografía que incluye diferentes géneros (extremo, anal, BDSM...); nichos (páginas de videos caseros, webcams de sexo, líneas eróticas...) e incluso sitios web donde compartir nuestras propias experiencias en la cama.
Al mismo tiempo, este mundo virtual a dado lugar al descubrimiento de nuevos talentos en todos los rincones del planeta. Ya no se exige que los artistas sean exclusivamente personas que han superado una prueba realizada por una compañía del sector o que se dedican en exclusiva a este trabajo. Ahora cualquiera puede grabar su propio contenido para adultos y colocarlo en géneros como “casero” o “aficionado” ganado dinero con ello. Así, con la llegada de Internet, la pornografía se reinventó una vez más. Ha ido evolucionando con el panorama digital a pasos agigantados y, a veces, incluso siendo pionera dentro del mundo digital. Un cambio de juego que llevó el entretenimiento para adultos a un nivel completamente nuevo: el porno gratuito.
Querido compañero de viaje: ¿alguna vez te has preguntado lo que supone para nuestras vidas íntimas tener la disponibilidad de pornografía gratuita? Las páginas de porno gratis han alterado por completo las reglas del juego. Han reescrito la historia de todos los que consumimos pornografía. Con Internet, tenemos a nuestro alcance todo tipo de contenido erótico sin pagar ni un solo céntimo: películas X, vídeos X, webcams de sexo... Dicho esto, ¿sabes cómo surgió esta nueva modalidad de pornografía? Pues bien, la raíz reside en la creación y el ascenso meteórico de YouTube. Esta plataforma supuso que millones de personas tuvieran la oportunidad de compartir y/o acceder a de toda clase de vídeos (clips de películas, programas de TV, vídeos músicales, videoblogs...) de manera gratis.
Como era de esperar, la industria del entretenimiento adulto tomo cuenta de esta revolución y la adapta a su negocio. Ahora la pornografía cumplía nuestras fantasías de manera gratuita a través del mundo virtual. Esta nueva era supuso la desaparición definitiva del contenido adulto en VHS o CD-ROM. Se acaba para siempre el denominado como “porno de videoclub”. Sin embargo, este fenómeno resulto ser muy positivo para la audiencia: contenido más variado, completo anonimato en línea y accesibilidad 24/7. De la misma manera, la pornografía gratuita ayudo al crecimiento de las plataformas para adultos virtuales. Estos nichos comenzaron a incrementar sus beneficios de forma exponencial gracias a la publicidad. Páginas como Pornhub o Xvideos han roto todas las barreras del entretenimiento adulto. En ellas no hay sitio para las distinciones sociales, las preferencias sexuales o la capacidad económica. Aquí se puede visualizar de todo: sexo convencional, sexo extremo, interracial, asiático, fetichista, webcams de sexo, Lésbico, ético... ¡Contenidos gratuitos en cantidades infinitas que se actualizan a diario!
Amigo: ¿te ha parecido interesante la primera lección sobre la industria del porno? Entonces, no puedes perderte la segunda parte. Te espero muy pronto para concluir con esta verdadera lección de historia sobre el entretenimiento adulto. ¡Hasta pronto!